Para los contadores de historias, los creadores de sueños y los
amantes de la poesía.
Para
los inconformistas, los diferentes, los que ven con los ojos del
corazón y componen otra melodía.
Para
los que apuran el último sorbo, levantan sus copas y brindan con
manos unidas.
Para
los que miran el mundo al revés, derriban prejuicios y le bailan un
tango a la vida.
Para
los que suman esfuerzos, resuelven problemas y restan peso a la
mochila.
Para
los que se plantean la duda, buscan soluciones y encuentran más
alternativas.
Para
los que amanecen soñando otra noche de amor y se acuestan
escribiéndole versos al día.
Para
los disfrutones, los sensibles, los diversos, los que escalan
montañas y coronan la cima.
Para
ellos. Va por vosotros.
Cuando te inspira un alumno, descubres su talento y tienes una explosión en tu cabeza. Entonces tienes que contarlo. Y escribirlo.