Navegando entre recuerdos descubrí
que la más dura tormenta ya se acaba
y mi barco recupera al fin la calma.
Paseando entre mis miedos recordé,
que los días más nublados también pasan
y de nuevo sale el sol en mi ventana.
Deshaciendo mis enredos me acordé
que las ideas se maduran
y los problemas se resuelven,
que algunas heridas se curan,
aunque el pasado ya no vuelve,
que el futuro se construye
y de los errores se aprende.
Y así estoy, intentando cerrar cicatrices,
deshojando margaritas
y tejiendo días felices.
Y así estoy, dibujando primaveras,
recapitulando la vida,
aferrada a mis raíces.
Y así estoy, viviendo sin prisa ni pausa,
saboreando momentos
y descubriendo matices.
Y así quiero seguir,
a veces subiendo y otras bajando
pero siempre caminando.
LUZ.
Cuando escribir se convierte en tu terapia preferida...
No hay comentarios:
Publicar un comentario